El sábado 10 de marzo nos desplazamos a la localidad toledana de Dosbarrios con el objetivo principal de conocer la restauración llevada a cabo en su antiguo Convento de Trinitarios. Para tal fin contamos con dos colaboradores de lujo que nos aportaron interesante información y datos sobre el excelente trabajo allí realizado. Se trata de nuestra socia miembro de la junta directiva y arqueóloga Elena Sánchez Peláez y del arquitecto Jesús Corroto, que han dirigido los trabajos técnicos en cada una de sus áreas y nos detallaron algunas de las cuestiones más interesantes de todo el proceso, mediante una exposición, con proyección de imágenes, en una de las salas del edificio, reconvertido hoy en espacio para múltiples actividades culturales.
El "antes" y el "después" de una de las galerías superiores
El alcalde de la localidad, Francisco Fernández García Caro, tuvo también la amabilidad de compartir unos momentos con nosotros para hablarnos de cómo surgió la idea de dar utilidad a un edificio histórico que se hallaba en un estado de deterioro muy elevado, y acompañarnos después en la visita que realizamos por sus distintos espacios entre los que resulta especialmente impactante el antiguo palomar de los frailes, que se extiende entre las cubiertas y las bóvedas de la iglesia.
El resto de la mañana lo dedicaremos a ver, además del propio casco urbano, otros edificios de interés patrimonial en el municipio, como la Iglesia de Santo Tomás Cantuariense y las ermitas de la Virgen del Rosario y de San Antón.
Tras la comida, en uno de los restaurantes de la localidad, nos desplazamos a la cercana ermita del Santo Niño, en el vecino municipio de La Guardia, excavada en un farallón rocoso, en el siglo XVI, y desde la que contemplamos la extraordinaria panorámica que se divisa del valle del río Cedrón y las elevaciones de la Mesa de Ocaña.
Nuestra jornada finalizó con la visita al conjunto etnográfico de las cuevas de San Juan, unas impactantes construcciones parcialmente excavadas en el suelo, con alzado de bóvedas de piedras calizas y barro, que recorrimos con todo detalle.
El "antes" y el "después" de una de las galerías superiores
El alcalde de la localidad, Francisco Fernández García Caro, tuvo también la amabilidad de compartir unos momentos con nosotros para hablarnos de cómo surgió la idea de dar utilidad a un edificio histórico que se hallaba en un estado de deterioro muy elevado, y acompañarnos después en la visita que realizamos por sus distintos espacios entre los que resulta especialmente impactante el antiguo palomar de los frailes, que se extiende entre las cubiertas y las bóvedas de la iglesia.
El resto de la mañana lo dedicaremos a ver, además del propio casco urbano, otros edificios de interés patrimonial en el municipio, como la Iglesia de Santo Tomás Cantuariense y las ermitas de la Virgen del Rosario y de San Antón.
Tras la comida, en uno de los restaurantes de la localidad, nos desplazamos a la cercana ermita del Santo Niño, en el vecino municipio de La Guardia, excavada en un farallón rocoso, en el siglo XVI, y desde la que contemplamos la extraordinaria panorámica que se divisa del valle del río Cedrón y las elevaciones de la Mesa de Ocaña.
Nuestra jornada finalizó con la visita al conjunto etnográfico de las cuevas de San Juan, unas impactantes construcciones parcialmente excavadas en el suelo, con alzado de bóvedas de piedras calizas y barro, que recorrimos con todo detalle.
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